RESUMEN HISTORICO
La fundación de la ciudad, se atribuye a un capitán griego llamado Astru, que la llamó Astigi, convirtiéndose en punto del comercio Astur-helénico y púnico en la Peninsula.
El mismo nombre conservó en época romana, en la que participó activamente en las guerras entre César y Pompeyo, apoyadndo al primero en la batalla de Munda contra los hijos del segundo, por lo que fuen engrandecida por el gobernante romano.
Augusto le condede el título de Colonia Augusta Firma y la convierte en capital de uno de los cuatro "conventi iuridici" de la Bética, con jurisdicción sobre la moyor parte de Andalucia Central y Oriental. Es una época de gran importancia económica, pues a las riquezas agrícolas se unene las del comercio, sobre todo de aceite y cereales, a través del Genil y con rumbo a Roma, donde se conservan cerámicas astigitanas en el monte Testaccio.
La dominación visigótica no altera el relieve de la ciudad que conserva su sede episcopal, en la que ya habían florecido San Crispín y San Probo, y que alcanza su máxima notoriedad en el siglo VI y comienzos del VII, con San Fulgencio, hermano de San Isidro de Sevilla.
El territorio ecijano conoció pronto la civilización en el marco de los periodos y calcolítico, siendo la muestra más importante de este último el ejemplar de vaso campaniforme llamado "de Ecija" por haber sido encontrado en su término. las culturas tartésica e ibérica florecieron con esplendor en sus tierras, conservándose ánforas y numerosos objetos, tales como figuras de toros, estelas funerarias, sarcófagos y representaciones broncíneas de divinidades y guerreros.
La invasión musulmana supone un tiempo de oscurecimiento para la ciudad por el esplendor de la cercana Córdoba, si bien conserva una importante comunidad de mozárabes hasta el siglo X; esta importancia de los cristianos en la Medina Estigga musulmana puede explicarse por haber sido la única ciudad que resistió a las tropas africanas en el 711, después de la batalla del Guadalete.
Al disolverse el califato cordobés, Ecija queda englobada en reinos de taifas vecinos o constituye durante un tiempo uno propio.
En la sublevación de los comuneros, Ecija permanece fiel a Carlos I, por lo que éste le concede el título de Muy Leal, que une al de Muy Noble, que ya poseía.
También participáron los ecijanos de forma principal en la obra del descubrimiento y colonización de América, sobresaliendo la figura de Jerónimo de Aguilar, acompañante de Cortés en Méjico. En el campo de la literatura destaca la gran figura de Luis Vélez de Guevara, autor de la novela "El Diablo Cojuelo" y la obra teatral " Reinar después de morir".
Durante los siglos XVI y XVII se van poniendo las bases sociales y económicas que posibilitarán el gran siglo ecijano, el XVIII. La concentración de gran número de casas nobiliarias en la ciudad, con extensas propiedades, posibilita la construcción de edificios notables notables, civiles y religiosos, y la realización de obras artísticas por parte de un floreciente y espléndido artesanado, del que llegaron a exisitir más de cuarenta gremios. Es un siglo de economía en auge, sociedad desarrollada en todas sus clases y espiritualidad engrandecida que se plasma en seis templos parroquiales y veintidós conventuales, además de capillas y hospitales.
De Jose E. Caldero (guia-plano de Ecija)
